Una empresa que no tiene claros sus objetivos y metas a largo plazo tiene que luchar más para alcanzar el éxito. Por eso los empresarios de éxito dan una dirección clara a su negocio desde el principio. Esto les da una ventaja competitiva sobre los demás. Si aplicas la gestión estratégica desde el comienzo, podrás centrar tus esfuerzos en la dirección correcta. Con la ayuda de un proceso de gestión estratégica, podrás hacer que tu empresa sobreviva y prospere. La aplicación del concepto de gestión estratégica realmente contribuye a impulsar un mejor rendimiento en las operaciones diarias del negocio.
Este artículo destacará la importancia de la gestión estratégica para las empresas. Definamos este término de forma sencilla para entenderlo mejor. A continuación, analizaremos la necesidad de contar con una gestión estratégica en la organización.
¿Qué es la gestión estratégica?
La gestión estratégica es la asignación adecuada de tiempo, atención y recursos en una organización para alcanzar eficazmente sus objetivos y metas. En palabras sencillas, es un plan de acción creado para garantizar el cumplimiento de los objetivos de rendimiento. Garantiza el crecimiento y la expansión de la empresa a un ritmo sostenible. Proporciona una dirección general a los empleados de la organización. Ayuda a la dirección a desarrollar políticas que dirijan las operaciones empresariales hacia el éxito. Al asignar los recursos y el presupuesto disponibles de la manera adecuada, el proceso de gestión estratégica proporciona a una empresa una ventaja competitiva sobre otras empresas del sector.
Imagen tomada de usuario de Strikingly
El concepto de gestión estratégica tiene sus raíces en la teoría económica de los años cincuenta. Esta teoría se basaba en un enfoque industrial y afirmaba que el establecimiento de objetivos debía impregnar toda la organización para controlar su crecimiento. Ya se trate de una organización pequeña o grande, ésta debe aplicar la gestión estratégica para lograr los resultados y niveles de ventas deseados.
Importancia de la gestión estratégica
En el mundo globalizado en el que vivimos hoy en día, las empresas se ven continuamente desafiadas y perturbadas por los avances tecnológicos. En estas circunstancias, la gestión estratégica puede actuar como sistema de rescate y catalizador del crecimiento empresarial. Los ejecutivos y altos cargos de las empresas que comprenden sus productos y servicios pueden prever y planificar a tiempo sus próximos movimientos. Esto se debe a que utilizan el concepto de gestión estratégica para prever lo que van a hacer a continuación sus competidores. Para mantener la posición de la empresa en el sector, deben estar atentos a las tendencias cambiantes del mercado y aprovechar las oportunidades que surjan en su sector. También pueden preparar a su organización para los posibles riesgos y amenazas impuestos por los recién llegados y otros competidores del sector.
Desarrollar un proceso de gestión estratégica para tu empresa requiere que comprendas claramente las tendencias globales de tu sector respectivo. Vivimos en un panorama altamente competitivo y digitalizado, en el que casi todas las empresas se enfrentan a amenazas de otros actores. Al mismo tiempo, los directivos suelen tener que lidiar con las expectativas de las partes interesadas cada vez que plantean nuevas políticas y orientaciones estratégicas. Una vez que una empresa identifica y destaca su declaración de misión, necesita asignar sus recursos para poder alcanzar los objetivos definidos. La gestión estratégica ayuda en la toma de decisiones a lo largo de todo el proceso y facilita al personal directivo el fortalecimiento de la posición competitiva de la empresa.
Imagen tomada de usuario de Strikingly
Aparte de los beneficios financieros, los procesos de gestión estratégica también refuerzan la moral de los empleados de una empresa. Les hace tener un sentimiento de pertenencia a la empresa al explicarles cómo su trabajo contribuye a la consecución global de los objetivos de la organización. Esto crea una mejor coordinación entre los distintos departamentos de la organización, lo que mejora el rendimiento global de la empresa. Los estudios revelan que cuando los objetivos y los planes a largo plazo se alinean de este modo, las empresas experimentan una mejora espectacular en su cultura corporativa, productividad laboral y eficacia de los proyectos.
Pero esto no significa que baste con elaborar un plan de gestión estratégica. Las organizaciones necesitan medir y revisar continuamente su proceso de gestión estratégica. Deben realizarse evaluaciones periódicas para garantizar que cada departamento funciona de acuerdo con los planes preparados para ellos. La rápida evolución de las fuerzas del mercado exige que las empresas aceleren el ritmo y estén preparadas para afrontar cualquier reto que se les presente en su entorno externo. La gestión estratégica permite a las empresas avanzar a lo largo del curso estratégico que se ha construido y trazado para ellas.
El proceso de gestión estratégica en 4 pasos
Para implantar con éxito un plan estratégico en tu empresa, tienes que seguir varios pasos en el proceso de gestión. Se trata de etapas cronológicas sencillas que las empresas deben seguir para avanzar hacia la consecución de los objetivos.
1. Intención estratégica
La aplicación satisfactoria de la gestión estratégica comienza con el desarrollo de una intención estratégica. En primer lugar, es necesario definir los objetivos de la organización para poder utilizarlos como referencia para medir el rendimiento y la mejora. La visión de la empresa debe ser precisa, procesable, mensurable y factible. Esta visión sólo puede derivarse de una intención estratégica sólida. Al fin y al cabo, necesitas gestionar tu rentabilidad, tu liderazgo en el mercado y la riqueza de tus accionistas, todo al mismo tiempo.
Imagen tomada de usuario de Strikingly
2. Información estratégica
El siguiente paso en el proceso de gestión estratégica es formular la estrategia real. Para ello suele ser necesario realizar un análisis FODA, de modo que se puedan conocer bien los puntos fuertes internos que hay que capitalizar y los posibles riesgos procedentes del entorno empresarial externo. También te ayuda a identificar las lagunas del mercado y las oportunidades en las que puedes centrarte a medida que avanzas en el camino del crecimiento de tu empresa. Si quieres competir en las siempre cambiantes condiciones del mercado, debes tener una estrategia para superar a tus rivales.
Imagen tomada de usuario de Strikingly
3. Implementación de la estrategia
Elaborar un plan de organización es un buen comienzo para la gestión estratégica. Pero una vez formulada la estrategia, es hora de ponerla en práctica. Es hora de poner en práctica todos tus planes. Un estudio reveló que más del 60% de las estrategias empresariales nunca llegan a aplicarse en la forma prevista. Quizá esa sea la causa de muchos fracasos empresariales. Desarrollan bien sus estrategias pero no consiguen ponerlas en práctica de la forma adecuada. Si quieres que tu estrategia se aplique eficazmente, sigue los pasos que se mencionan a continuación:
- Desarrollar sistemas y estructuras de aplicación.
- Asigna los recursos de forma eficaz.
- Aplicar la gestión del cambio siempre que sea necesario.
- Crear procesos de toma de decisiones y atenerse a ellos.
- Instaurar estrategias de gestión de riesgos.
- Desarrollar capacidades de gestión de proyectos.
- Reforzar las capacidades competitivas.
- Comunicar eficazmente las estrategias de arriba abajo.
- Alinear las funciones de cada empleado con los objetivos generales de la organización.
- Revisar y recompensar el rendimiento con regularidad.
4. Evaluación de la estrategia
La última etapa del proceso de gestión estratégica consiste en analizar, evaluar y valorar los resultados obtenidos. Cuando se mide el rendimiento de la organización al final de un trimestre, en realidad se está evaluando el éxito de la gestión estratégica. En función de los resultados, es posible que tengas que ajustar tus procesos y sistemas para realinear tus operaciones con los principales objetivos de la organización. Medir a fondo las distintas métricas de rendimiento puede ofrecer una imagen bastante precisa de la posición de tu empresa. Las compañías necesitan revisar su estrategia periódicamente para determinar qué está funcionando a su favor y qué no.
Requisitos para el éxito de la gestión estratégica
Existen requisitos previos específicos para tener éxito en la gestión estratégica organizativa. En primer lugar, hay que tener dotes de liderazgo para comunicar eficazmente la estrategia a todos los empleados de la empresa. Al fin y al cabo, se necesitan para tomar decisiones clave, aprovechar las oportunidades y superar los obstáculos que se presenten. Los directivos de la empresa deben poseer una aguda capacidad analítica para hacer frente a las condiciones del mercado y relacionarse con todas las partes interesadas de forma mutuamente beneficiosa.
Para seguir creando valor en el proceso de gestión estratégica, necesitas un sitio web profesional que sirva de escaparate de tu empresa. Hoy en día, es fácil crear un sitio web con la ayuda de un creador de sitios web. La mayoría de las plataformas de creación de páginas disponibles vienen con plantillas listas para usar que sirven como opciones de diseño web para el usuario.
En Strikingly, tenemos cientos de clientes de todo el mundo que han creado sitios web atractivos, profesionales y con capacidad de respuesta en nuestra plataforma. Lo increíble de nuestras plantillas y características es que te permiten construir sitios web completos sin escribir una sola línea de código. Nuestra plataforma está desarrollada para ser utilizada por personas sin conocimientos técnicos. Nos gusta hacer las cosas fáciles para ti manejando todo en el backend y proporcionándote una interfaz de arrastrar y soltar fácil de usar para construir tus páginas web con facilidad.
Ahorra el tiempo y el dinero que otros gastan intentando desarrollar un sitio web tan atractivo y profesional como el tuyo. Impulsa tu gestión estratégica con un hermoso sitio web construido en Strikingly, que te dará una ventaja competitiva adicional sobre los demás.